¿Sabes cuanto necesitas?

Una de las discusiones o temas recurrentes en nuestra sociedad del consumo, es la falta crónica de dinero y tiempo libre. Nos encontramos a donde quiera que vamos con quejas sobre el bajo salario y la falta de sueño, tiempo para no hacer nada, los niños, las aficiones, los viajes, etc. Sin embargo, el desenfrenado ritmo en el que nos movemos pocas veces nos deja ver si todo aquello que hacemos tiene sentido y si lo necesitamos realmente.

La carrera en la que la sociedad nos ha incluído, casi siempre sin darnos cuenta, nos aboca a tener y consumir, sin percatarnos de lo que realmente necesitamos. Si traducimos esto a términos puramente monetarios, puede que nos llevemos una sorpresa. ¿Realmente necesitamos ese coche en concreto, vivir en determinado lugar pagando una cierta hipoteca, viajar todos los años a un sitio en especial, o más aún, viajar todos los años? ¿Todas nuestras posesiones nos proporcionan placer y satisfacción? ¿Usamos todo lo que tenemos? ¿Sabemos cuanto gastamos en realidad para mantener el «nivel de vida» que llevamos?

Aparte de los gastos fijos, que pueden o no ser sujetos a reducciones, optimizaciones o eliminaciones, la parte variable de nuestro presupuesto familiar está siendo utilizada para maximizar el placer / satisfacción o simplemente gastamos sin ton ni son a ver si «nos suena la flauta», como dice un viejo adagio? ¿Nos concentramos en lo que nos proporciona una mayor cantidad y calidad de disfrute o vamos picando aquí y allá a ver si encontramos algo que realmente nos llene?

El saber con exactitud cuanto necesitamos para vivir y estar tranquilos resulta clave, al permitirnos medir con precisión el esfuerzo necesario para obtener los recursos adecuados en términos monetarios y de tiempo, e impidiendo que «hagamos más esfuerzo de la cuenta» para conseguir lo que realmente disfrutamos. ¿Para qué trabajar con el objetivo de conseguir 100 si en realidad necesitamos 60 para vivir confortable y tranquilamente? ¿Qué pasaría si decidiéramos consumir responsablemente y/o cambiáramos dinero por tiempo o satisfacción, en forma de experiencias o vivencias?